Capitulo 11

***memorias de Emilio

Después que me dejara plantado para comerse un helado (hum, a mí sí me que gustaría comer un helado, el suyo) pues me daba miedo ir. A Ian no le caigo bien. No es gay y le molesta sentir que me gusta. Estoy seguro de eso. Tenía ganas de estar a solas con él pero prefiero que esté acompañado porque así me entero de cosas.  Lo observo mientras está terminando de colocar las sillas en la terraza. Luego se queda en la barra limpiando. Es cuando entro.

--¿una horchata?¿mediana? –me pregunta.

Y a mí me tiembla todo. Su voz me penetra. Es tan masculino. Es que me gusta mucho. Me sirve la horchata y luego sigue limpiando. Limpia las tapas de la nevera. No me hace ningún caso y me da pena. Yo quería ser almenos su amigo. Voy todos los días pero no me toma confianza. Pasa de mí.  Yo preparo el dinero y él viene hacia mi.

--vale –me dice.

Yo me voy pero él no me contesta cuando me despido. Ya sé que confianza no me tomará, que no pasará nada especial en él pero hace tres años que estoy loco por él. Tenía ganas de volver a la una pero después de cómo me trató la otra vez era de locos. Él me gusta mucho, no he sabido nada de su vida por años y ahora tengo la oportunidad de verlo a diario pues es de tontos desaprovechar la ocasión pero tampoco me tengo que pasar. Igual cometí el error de volver enseguida. Él estaba solo, le pedí batido de chocolate. Normalmente se quedaba junto a mi, ahora pone la leche y el chocolate en una máquina a batir y claro son unos segundos pero no se espera. Se aparta de mí, me ha dado la impresión que no quería estar frente mío y me ha dado pena. Igual nos hemos rozado las manos cuando le he dado el cambio. Me gusta tanto.

 

Ian sabe qué le gusto. No sé, siempre cuando paso murmulla. El otro día me atendía una rubia pero antes Ian le dijo algo al oído. Yo me sentí por aludido. No sé, como si le hablara a todos de mí, como si le hablara de ese loco que va todos los días porque está fascinado por ese chico con el que nunca tendrá nada pero bueno, si habla de mí, aunque sea para reírse, pues no le molestará tanto mi presencia ¿no? Sé que tal vez me esté pasando, que no tengo edad para estar todos los días yendo al mismo lugar y como una adolescente en celo  quedarme ahí mirándolo embobado pero es que es hermoso. Es el chico más guapo que he visto en toda mi vida y no sólo no puedo y es que no quiere renunciar a él. Este chico se me ha metido en la sangre, es lo mejor que me ha pasado en la vida. Yo no le pido nada. No le hago daño a nadie, ¿porqué tengo que renunciar a algo que me hace tan feliz? Además sé que es sólo un trabajo de verano, luego desaparecerá y tal vez no lo vuelva a ver. Esa posibilidad me causa mucho daño.  No quiero dejar de verlo pero no quiero pensar en eso, quiero disfrutar del chico más bello de todo el planeta, de todo el universo entero.

Me encontré a la chica que más me ha atendido, es de mi barrio. Ni me miró, pensé que como Ian me hiciera esto me da algo porque yo estoy yendo todos los días porque me gusta verlo pero lo veo igual sin gastarme dinero. Justo ahora estoy desempleado y no es el mejor momento para hacer un gasto como el que estoy haciendo pero tenía la esperanza que cómo mínimo pues si nos vemos por la calle nos saludemos, ¡no espero más¡ Pero Ian es un antipático. Es tan guapo como antipático. Me tiene manía si no no se entiende el cambio porque al principio era muy amable conmigo. Me ha dejado con un mal sabor de boca impresionante. A la una tengo que volver, a ver si es más amable porque no es normal que sea así conmigo. Él está fuera de la barra a mi lado. Yo lo saludo y él no sólo no me mira sino que deja lo que estaba haciendo y se va. Me ha ignorado. Se ha mantenido todo el rato en el fondo apartado de mí. Me pone muy triste que sea tan antipático conmigo. Almenos espero que si algún día lo encuentro en la calle pues me salude.”

 

 

memorias de Emilio

 “ Ha sido una semana dura. Yo estaba frustrado porque era la una y él no estaba. Volvía a casa enfadado y me lo encontré cara a cara, venia de tirar la basura. Él pasó por mi lado, frío. Con gafas de sol, su cigarro. Lleva un carro vacío dónde llevaba la basura. Pasamos el uno por el lado del otro y su frialdad me ha hecho daño. Se ha pasado. A ver que con un par de veces que he ido a una tienda ya muchas veces me saludan, que a los clientes no se les puede tratar así. Me ha hecho daño. Este chico me hacía muy feliz y ahora me siento roto por dentro. Sé que es una locura que vaya todos los días porque me estoy gastando un dinero para tratar de acercarme a él y cada vez se me está alejando. No sé porque ha dejado de ser amable ,  me hizo mucho daño. Él jamás imaginaría lo feliz que me hacía y en cambio el dolor que ahora ha traído a mi vida y yo le pedía tan poco. A penas un hola si es posible con amabilidad ¿es mucho pedir? Ni que sea por todo el dinero que me he ido gastando en las últimas tres semanas creo que me lo merezco. Pasé todo un sábado encerrado en casa, lamentando lo que pasó pero le quise dar una oportunidad. No sé a lo mejor no me vio. Era algo imposible pero podía ser ¡¿cómo he podido ser tan idiota? Ian no me puede ni ver. Ojalá no hubiera vuelto. Ha sido peor. Hoy hace 20 días que comencé a ir cada día, 20 días es lo que ha durado este sueño que hoy se me ha roto definitivamente. Tenía la ilusión de muchas cosas que pudiera pasar, de un amor, de una amistad, de cualquier cosa menos que él sería tan antipático conmigo pero al final de cuentas él es un simple camarero y yo su cliente. Pocos deben dejar tanto dinero como yo. ¿no me merezco mejor trato? ¿así trata este chico a los clientes? Pues me extraña que sea el que más horas esté.  Hoy es el último día que paso. Ian ha sido un sueño que se me ha convertido en pesadilla. Me costará mucho, me moriré de las ganas pero no volveré a ir. Lo juro. Él está en la puerta cuando yo entro. Paso por su lado, nos rozamos. Lo saludo pero me ignora. Sale y habla muy simpático con una clienta. Yo tengo que esperar que salga la chica de siempre.  ¿Así es como se trata a los clientes?¿cómo me ha podido hacer esto? Ian ha sido alguien muy especial, siento como si alguien muy cercano me hubiera traicionado. No entiendo porque es así conmigo.

¿me rechaza porque me tiene loco? ¿qué culpa tengo yo que esté tan bueno? Es más guapo que todos los modelos de la tele y las revistas juntos, parece hijo de un dios griego.  Todo el mundo enloquece por él. Es lo normal.  Ian se ha convertido en una droga y ha sido duro no ir a verlo. Es que he estado tan dolido que he querido pasar de él. No he ido ni a la biblioteca. Me la he pasado encerrado en casa. Ian se me ha metido bien dentro. Me cuesta resistir, verlo aunque sea de lejos pero no. Es un imbécil y no se merece que piense en él. Merece que lo olvide o almenos que él crea que lo he olvidado.  Tengo que ser realista, está demasiado bueno, me gusta demasiado, me será difícil no ir pero tengo claro que no tengo que volver a hacerlo, almenos no así por rutina. No sé, a lo mejor algún día de vez en cuando si veo que ya no puedo más pero tiene que ser que el me vaya a atender, así porque sí no. No se merece que piense en él, que me gaste dinero pero sé que me será imposible no verlo sabiendo dónde está. Ese chico me gusta desde hace mucho, ese chico es lo único que me ha hecho feliz. Era un sueño poder verlo a diario, un sueño que ahora se ha convertido en pesadilla.”********

 

Emilio pasa por cerca de la heladería cuando va a casa de su tía. Lo hace por la calle de arriba. No quiere que Ian lo vea mirándolo, quiere que el chico crea que no le importa.  La heladería está delante del ayuntamiento y hay una boda. Hay mucha gente haciendo fotos e incluso hacen en la heladería. Emilio lamenta no tener móvil con cámara, le hubiera encantado hacer fotos a Ian. Como hay mucha gente se acerca. Lo ve de culo. Pantalones negros. Muy buen culo, está muy bueno. Salen los novios y Emilio está mirando el culo de Ian. Sueña, le gustaría encontrar un hombre con el que vivir un momento así. En realidad ya lo ha encontrado, Ian es el hombre con el que quiere compartir el resto de su vida pero Ian no lo soporta y eso le duele. Le duele mucho.