PABLO EL MACIZO

PABLO EL MACIZO

martes, 25 de marzo de 2014

capitulo 3

 

Memorias de Emilio


Nunca un domingo había sido tan exquisito. Normalmente estas alegrías sólo las tengo en la biblioteca  por eso el fin de semana es un mal trago. Justo hoy han puesto un rastrillo benéfico a favor de los animales y bueno he ido. He pasado por una calle que no paso nunca. Y mira, me da por pasar por ahí. Y por casualidades de la vida pues hoy me he encontrado al Macizo. Me ha puesto a 100.  Eran las 10,35 y ha sido como una aparición. Es que no me podía creer está gran alegría. Hacía mí venia el rubio rapado culo precioso que semanas atrás me hizo perder la cabeza. ¡¡Y es que justo llevaba toda la mañana pensando en él¡ Ha pasado por mi lado aunque se ha bajado de la acera. Hablaba por el móvil. Decía algo como:
--Es que tardé y salgo a los 12 y pico.
¡¡Como me gusta, es un ángel endiablado¡ Es el chico más guapo. Haría lo que fuera, le daría mi vida con tal de poseerlo una sola vez. ¡Verlo ve ha enloquecido¡ Pantalones caídos, poco culo pero arrugas ¡muy sexy¡ Se veía muy hombre. LO daría todo si tuviera una fortuna con tal de convertirlo en mi amante. Está tan bueno que hasta hace daño saber que no será nada en mi vida, que desaparecerá y no tendré cómo buscarlo, que no sé ni su nombre. ¡Me gusta a rabiar¡


 

Seis meses después... no lo había vuelto a ver pero de repente va y me enamoro aunque en realidad ha sido un reenamoramiento. He visto una aparición que me ha entusiasmado. En la tarde, a la hora de abrir la biblioteca ha llegado una cosa preciosa. Muy joven. No muy alto. Muy muy guapo. Pelo castaño pero bien rapado. Culo pequeño, jeans viejos que hacían suspirar. Vaya una cosa guapa como para estrujarlo, romperle ese culazo, que te lo rompa… Ha dado una patada a la puerta supongo que para ver si estaba abierta aunque lo estaba y no ha entrado. Se ha quedado fumando un buen rato antes de entrar. Me hubiera gustado saber su nombre pero no he querido ser descarado (me podía haber puesto detrás de la máquina cuando él pasaba su tarjeta). Sólo nos separaba un ordenador. Yo estaba hechizado. Era él. No tenía dudas. Era aquel chico rubito que al principio del verano me enloqueció, aquel a quien la última vez que lo vi en Internet le limpié la caca. La última vez que lo vi fue un domingo. Muy a menudo pensaba en él. Ahora está diferente, más hombre, más macho, pero era él sin duda. Es muy joven  y han pasado seis meses, los cambios son normales. Se comunica con mímica con otro chico que está sentado más allá. Lo oigo hablar, es una voz grave, muy masculina.
Un chico se sienta con él (¡qué suerte la muy guarra, lo a gusto que se lo debe tirar, seguro que no ha tardado en abrírsele de piernas¡) Yo paso por su lado, ¡que pedazo de cojones¡ Él tiene las piernas cruzadas y se le ve un bulto impresionante. Me corro en las ‘bragas’ del gusto. Paso varias veces por su lado para gozar de ese gran pedazo de paquete. ¡Madre mía ¿Dónde tenía escondido eso antes que no me fijé?¿o es que le habrán crecido en estos meses? ¡qué machazo, me ha matado¡ La guarra  me ha mirado mucho, seguro que la so puta quiere tener la exclusividad ¡qué asco de tía¡ Me deleito con ese bultazo genital en 7 ocasiones. En uno de esos momentos que yo le miro la entrepierna, él me mira a mí. Ojos marrones. Mira la pantalla divertido. Ríe mucho. Me encanta su sonrisa. Él juega con un cigarro apagado en la boca.
Yo habría dado lo que fuera, mi vida por joder con él. Quiero su verga, deseo vérsela. ¡Me voy a volver loco si no lo consigo¡ Son las 17,30 ¡y va al lavabo y con lo cachondo que me tiene¡ Ya sólo por verlo caminar tan chulito, moviendo el culo, ¡me encantan las arruguitas que se le hacen¡ No creía que tuviera tanta suerte como está haciendo un trabajo pensaba que iba a la impresionara. Cuando lo he visto tirar hacia el lavabo me he creído morir del gusto ¡es todo un sueño¡ No ha habido suerte pero tampoco me puedo quejar. Al abrir la puerta me encuentro con su culo. Bebe agua, su culo en pompa es pura delicia… ¡me tengo que sujetar para no clavarle las uñas¡ Se le ve un poco los calzoncillos, negros. Se va cuando yo entro. Espero que no sea de esos con tantas manías que se creen que por mirar los vas a violar aunque de ganas no me faltan. Cada vez estoy más caliente, más pendiente de él. Me entra pis pero no quiero ir para ver si él vuelve a ir al lavabo y aunque le moleste no lo pienso perdonar, me gusta demasiado como para renunciar a gozar de ese espectáculo finalmente si voy y qué cosa deliciosa. No me esperaba esa sorpresa. Se la debe haber cambiado de posición porqué mira que he pasado y no se le notaba pero ahora, por debajo de los jeans claro, se le dibuja perfecta su verguita de seis centímetros. ¡Preciosa¡ Es una verguita muy tierna que me encantaría saborear. Es como si lo viera desnudo, ya su tamaño no es un secreto para mí. Ha sido casi como vérsela en el lavabo, ya sé como la tiene. Ha sido una experiencia explosiva, un recuerdo para no olvidar, un recuerdo que siempre me pondrá cachondo. Cuando vuelvo del lavabo él tiene la cabeza apoyada en la mesa, cara de dormido. Trabaja la chica que está a su lado, cómo me gustaría ser él y dejar que se le quitara el sueño haciendo conmigo lo que quisiera. Sale. Me gusta mucho su culo. Ahora no se le ven arrugas pero tampoco aplastado. Lo mueve mucho. Está un rato en el exterior, tiene cara de aburrido. Le mejilla apoyada en la mano.
Finalmente se va y vivo otro momento erótico. De pie, frente a mí. Muy buen paquete. Se arregla la ropa. Se pone bien la camiseta ¡se pone la mano dentro del pantalón¡ y yo estoy que me vengo. Luego se pone de lado, se le dibuja bien la nalga y se le ve un pedazo de paquete. Es muy erótico, es como si estuviera desnudo. Lo veo hablar con el otro al que le ha hecho gesto. Los dos hablan mientras mi macizo se arregla la ropa. Los dos frente a frente y yo cachondo. Me ha hecho pasar las tres mejores horas de toda mi vida. Se han ido los tres juntos y yo espero que sea un ¡hasta pronto¡”



Ian y sus amigos.

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