PABLO EL MACIZO

PABLO EL MACIZO

miércoles, 26 de marzo de 2014

Capitulo 9




 

 
Memorias de Emilio
Desde que lo vi la primera vez y me volvió loco su culo y deseé ser mujer para poder estar con él no he dejado de pensar en él. Se me ha metido dentro. No creo que sea gay, ojala fuera cierto eso que siempre los más guapos son gays. De ser gay pues ¿porqué se iba a fijar en mi? No sé si fuera mujer pues a lo mejor sería más fácil pero bueno también debe tener una lista enorme, es el único chico en una heladería  llena de dependientas, las debe volver locas a todas, je, je. No lo he vuelto a ver por la biblioteca y tiene que volver, me daba rabiar pensar que iba y yo no lo veía. Con él se me han pasado los miedos, me encantaría verle la verga que debe ser increíble como todo él. Además podría ver cómo pasa la tarjeta y ver su nombre, es algo que me encantaría pero bueno voy todos los días a tomar una horchata y me la paso arriba y abajo. El otro día estaba pasando una y otra vez y me di cuenta que él me miraba. Claro, cuanto más me conozca más difícil será pasar desapercibido. Es tan guapo y tan amable. No sé porque tenía el recuerdo de cuando lo veía en la biblioteca que era antipático si parece un ángel.  Se ve muy trabajador, muy atento. Me gusta como me devuelve el cambio y yo le rozo los dedos ¡Es increíble¡ Tanto que me gustaba ese jovencito, que me daba rabia no saber de él y ahora lo tengo al alcance de mi mano. Supongo que algún día hará fiesta pero de momento lo he visto todos los días. Cuando me ve y me atiende él ya me pone la horchata directamente. Ya me conoce y eso me gusta porque sé que su trabajo será solo de verano pero después si nos vemos por la calle con todo lo que me he gastado ¡como mínimo pues nos saludamos¡ Se me hace tan extraño pensar que me estoy metiendo en la vida de ese chico que tanto me gusta¡ ¡¡Esto es genial¡  Me hace vivir momentos muy especiales, ¡Quién me lo iba a decir cuando él sólo era un chico guapo al que veía en la biblioteca de vez en cuando que ahora lo tendría cerca de mi, que ¡tendríamos trato¡ Casi nunca me atiende él pero me conformo con verlo de cerca, sólo por eso pago lo que sea necesario.  Sólo para verle el culo con esos jeans que le quedan estupendos ya merece la pena. Yo entro, él me mira y me saluda y yo con eso ya tengo bastante. Casi siempre está él con otra chica pero a veces la chica cambia pero él no. Él siempre está y eso me gusta. Me sabe mal porque está bien explotado pero yo lo disfruto y eso es lo que cuenta. Se ve muy trabajador, experto, que sabe lo que hace. Recuerdo un día en que me atendió una chica (bastante feúcha y tímida), debía ser su primer día porque se veía asustada. Él pasa rápido y ordena que le pongan una horchata pequeña. Así sin mirar a nadie. Yo pienso que es para él. Incluso a la chica le sorprende y me pregunta si se lo ha dicho a ella. Me ha hecho gracia, Hombre, a mi no me lo iba a decir aunque yo sí quiere le pongo todas las horchatas que quiera. Me gusta tanto. Está muy bueno, tiene muy buen culo pero además tiene ángel. Es un ángel. Se ve que es muy buena persona y eso me gusta. La chica le pone la horchata y él se queda a mi lado, siento escalofríos por tenerlo tan cerca.  Se lleva la horchata y veo que atiende a unos clientes. Me encanta su culo pequeño pero sexy. Me gusta las arruguitas que se le hace en la raja al caminar, como se diferencia bien las dos nalgas. Sólo logro verlo un segundo pero ¡que buen bultazo que se le ve¡ Paso por detrás de él, lo veo sirviendo a los clientes,  genial el culo y el pedazo de paquete que veo de lado. No es el día que lo he disfrutado más pero vaya, que me he quedado bien contento.


Me gustado disfrutar de este pedazo de macho, es guapísimo y en jeans es espectacular. ¡¡es tan guapo¡ Está detrás de la barra con la chica que conozco más. Él es el que está más delante y ¡¡quien me atiende¡
--¿una horchata mediana? –me pregunta.                                                                                     
 --¿se la pones tú? –le pregunta a la chica que tiene al lado.                                                                                         
Este chico me encanta, lo llevo en la sangre.
 
Aprovechando que iba a casa de mi tía quería ir a las dos, tenía la esperanza de estar a solas con él  por si me decía algo como la otra pero hasta tronaba. Tenía claro que si iba algo me iba a decir ¡que estoy loco¡ Sólo a un loco se le ocurrir a una heladería lloviendo. Lo veo sólo en una mesa en el fondo leyendo el periódico. Me atrae la idea de estar a solas con él pero se iba a ver claro que voy por él y me daba cosa pero en eso que un hombre de unos cincuenta años va y compra un helado. ¡Hay que estar mal de la cabeza¡ Veo a mi chico guapo culo increíble ir a la barra y servirle y claro si ese hombre puede ir pues yo también.  Espero que se vaya el cliente para estar solo con él. Se va el cliente y entro yo. No había visto que estaba la chica de casi siempre. Mi guapo está en la barra y la chica fuera de la barra.  Yo estaba mirando embobado a ese pedazo de macho ¡¡se estaba rascando la barriga por dentro de la camiseta dejando descubierto un poco de carne¡ pero yo no tengo tiempo a ponerme cachondo porque me resbalo y casi caigo. Pienso que ya que he estropeado el momento de placer no habría estado nada mal que me cayera y él me tuviera que ayudar aunque me hubiera sabido mal ponerles a ellos en ese compromiso.  Es todo un resbalón. Él me mira entre sorprendido, asustado y preocupado.  Dice algo como “¡epa¡” Y lo peor del caso es que por culpa de este resbalón  no he podido gozar del pedazo de chicha que enseñaba.  ¡¡es que se rascaba por debajo de la camiseta, era un momento muy sensual que yo he estropeado¡ Entro y veo que se mete la mano dentro de la camiseta, le veo el ombligo con no muy poco pelo. Pensarlo me pone cachondo aunque no lo he podido disfrutar.  A penas puedo gozar unos segundos porque creo que lo interrumpe mi inoportuno resbalón ¡¡que rabia¡ ¡¡ya me vale¡¡ con razón se reían siempre de mi en la escuela, es que soy un impresentable. Es la imagen más excitante que he tenido de él.  Sólo por eso ya merece la pena haber pagado “entrada”. Él se ha mostrado amable y me ha dicho que un hombre casi se cae. Me ha gustado que me hablara pero yo estaba tan emocionado que no le he dicho nada. Es  que estaba tan nervioso y no estoy acostumbrado a que la gente me diga cosas. Yo quiero que me tome confianza, que me hable pero reconozco que no soy de poner las cosas fáciles y es que es tan guapo. Y yo estaba demasiado nervioso como para decirle algo. Se muestra amable, pido un batido de chocolate porque una horchata no me apetece. Está delante mío mientras lo preparo e incluso me dice que beba y me pone el sobrante. Es tan atento. Nunca me fijo en las piernas de los chicos pero en él sí, son peludas.  Me gusta que no esté depilado. Ojalá algún día pueda disfrutar de otra parte de su bella anatomía. Me encanta este hombre. Por lo ansioso que soy me voy tomando las cosas con calma, voy gozando de lo que él me ofrece. A verdad si es verdad que está a punto de venirme ansiedad, cuando más tengo más quiero. Me gusta mucho y si es verdad que me da pena no tenerlo. Es alguien muy especial y me duele que algún día vuelva a desaparecer de mi vida. Como amante ya sé que es imposible pero sí me gustaría que fuera alguien en mi vida diaria pero bueno me conformo con lo que ya tengo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario